Debate sobre el costo de vida
El costo de la vida en Belize vuelve a generar preocupación, mientras el Partido Unido Democrático y el gobierno del primer ministro John Briceño ofrecen perspectivas distintas sobre la situación económica. Según el UDP, los precios continúan en aumento, dificultando que las familias cubran sus gastos cotidianos.
Miguel Guerra, segundo diputado del Partido Democrático Unido, explicó que “el alto costo de vida, ya sean alimentos, combustible, servicios públicos, útiles escolares o incluso el alquiler, significa que las familias están estirando su dólar más de lo que puede rendir. La gente trabaja duro, pero sus salarios no les alcanzan tanto como antes. Eso no es solo un problema económico; es un problema de calidad de vida”.
Por su parte, el primer ministro Briceño resaltó las acciones del gobierno para aliviar la carga económica. “Hemos aumentado el salario mínimo, estamos dando más becas, quince mil niños están en el programa de alimentación, y tenemos educación gratuita: decenas de miles reciben educación completamente gratuita en las escuelas secundarias de todo el país. Hemos ampliado el NHI a todo el país, y se implementará completamente el próximo año en Cayo. No podemos controlar lo que pagas en la tienda, por mucho que deseáramos poder hacerlo, porque estos son bienes importados. No podemos hacer mucho al respecto; ese es el precio de la importación”, señaló.
Datos del Instituto de Estadística de Belize muestran que la inflación ha desacelerado respecto al año pasado, pero los precios de alimentos, vivienda, agua, electricidad y gas siguen siendo los mayores contribuyentes al costo de la vida. Jaime Crespo, estadístico del instituto, explicó que “esto se debió principalmente a aumentos de precios de bebidas no alcohólicas, como agua purificada, refrescos y jugos de frutas y verduras, junto con alimentos como productos de cereales, carnes, frutas y frutos secos. En la categoría de vivienda, agua, electricidad y gas, los precios aumentaron dos punto cuatro por ciento. Esto se debió a un aumento de precio del alquiler, que subió dos punto tres por ciento”.
Briceño destacó los límites del gobierno frente a los precios de importación y la recaudación de impuestos. “Por mucho que me encantaría bajar el precio del combustible, si bajo los impuestos, debes decirme de dónde sacaremos el dinero para hacer todas estas cosas que estamos haciendo. Responde eso, y estaré feliz de hacerlo. Además de los impuestos en ventas, los impuestos que cobramos sobre el combustible son una de nuestras principales fuentes de ingresos. Así que, si lo cortamos o lo reducimos a la mitad, eso son unos sesenta millones de dólares en ingresos perdidos. Si pudieras encontrarme esos sesenta millones de dólares, estaría feliz de hacerlo hoy”, dijo.
Además del combustible y los alimentos, los precios de alimentos y bebidas en restaurantes también han aumentado. Crespo señaló que “en cuanto a servicios de restaurantes y alojamiento, con precios aumentando dos punto tres por ciento, este aumento se debió principalmente a mayores precios en servicios de alimentos y bebidas, que subieron dos punto seis por ciento”.


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