La tensión entre los sindicatos y el gobierno sigue en aumento, sin señales de resolución inmediata. Mientras los sindicatos exigen un ajuste salarial del 8,5%, el gobierno mantiene su propuesta inicial por debajo de esa cifra. En respuesta, las organizaciones sindicales han intensificado sus acciones, incluyendo una protesta encabezada por el Sindicato de Servicios Públicos (PSU) en el Aeropuerto Internacional Philip Goldson este miércoles.
Durante la tarde, miembros del PSU se concentraron en las afueras de una de las principales entradas al país. El presidente del sindicato, Dean Flowers, explicó los motivos de su presencia en el lugar: “Me pidieron que hiciera una visita a la oficina del aeropuerto. Estoy cumpliendo con mi responsabilidad legal como presidente de este sindicato, no es mi culpa que el gobierno de Briceño tenga miedo de que los visitantes de este país lleguen a saber sobre la administración opresiva que él dirige.”
La manifestación fue pacífica pero firme, y buscaba amplificar su mensaje más allá de las protestas locales. “Sus dólares de turismo van a los bolsillos de una empresa concesionaria que está explotando un contrato recientemente renovado. Él necesita decirles eso a los turistas, necesita justificarlo”, añadió Flowers.
Sin embargo, la protesta se topó con un fuerte despliegue policial. A Flowers y otros miembros del sindicato se les impidió entrar al aeropuerto.
“Nuestro presidente tenía una reunión, y estamos aquí para mostrar nuestro apoyo. A mí también me detuvieron. Bueno, intentaron detenerme y luego les hablé sobre detención ilegal, y los oficiales superiores de policía les ordenaron abrir la barrera”, relató Glenfield Dennison, senador de la unión.
A poca distancia, en el estacionamiento, un grupo reducido pero decidido de funcionarios públicos sostenía pancartas con mensajes claros.
“Como puedes ver, mi cartel refleja exactamente lo que está sucediendo. Ahora estamos siendo acosados como sindicalistas, y eso se ha convertido en algo importante en Belize. Es crucial que los beliceños reconozcan que ya no tenemos libertad de expresión, ni libertad de reunión”, dijo Annisa González, primera vicepresidenta del PSU.
La tensión escaló aún más cuando Flowers denunció haber sido bloqueado por personal del aeropuerto. “Fui a recoger a unas personas y bloquearon mi vehículo. ¿Cómo diablos van a bloquear mi auto si ni siquiera estoy usando su estacionamiento? Luego tienen el descaro de mirarme y decirme que debo pagar cincuenta dólares para que lo desbloqueen. ¿Qué piensan—que soy un turista al que pueden cobrarle un impuesto de salida de cuarenta y cinco dólares y explotar para su beneficio? ¡No es posible!”