La disputa entre el gobierno y los sindicatos ha derivado en un cruce constante de declaraciones, sin señales de que las tensiones se estén enfriando. A inicios de mes, el exministro de Educación, Francis Fonseca, advirtió que las protestas sindicales podrían poner en riesgo la credibilidad del movimiento. Sin embargo, los sindicatos han respondido con firmeza, argumentando que la más reciente carta del gobierno carece de compromiso real.
En medio de este clima tenso, el senador y negociador gubernamental, Christopher Coye, ofreció su perspectiva sobre el proceso.
“No estoy seguro del tono. Lo que sí puedo decir es que tuvimos una reunión entre el subcomité del gabinete para consultas sindicales y el equipo negociador conjunto de los sindicatos. Y esa reunión fue muy cordial. Teníamos grandes expectativas después de ese encuentro. Es lamentable que no se haya logrado un acuerdo, pero en esa reunión se hizo todo lo posible por alcanzar una solución razonable, satisfactoria y asequible”, expresó Coye.
La principal traba sigue siendo el ajuste salarial del 8.5% exigido por los sindicatos, una cifra que el gobierno sostiene que no puede cubrir en este momento. Al respecto, Coye fue claro al explicar las limitaciones del Ejecutivo: “Creo que esa es una decisión que corresponde al gabinete y al Primer Ministro, pero, en última instancia, solo podemos hacer lo que esté dentro de nuestras posibilidades. Antes de realizar cualquier ajuste, debemos revisar cuidadosamente las finanzas, evaluando lo que tiene sentido económico y fiscalmente, no solo para hoy, sino también para el futuro. Lo que está claro es que podemos permitirnos lo que se propuso en una segunda oferta.”
Mientras los sindicatos insisten en su demanda, el gobierno se mantiene firme en su oferta alternativa, argumentando que se trata de una solución responsable en el contexto económico actual.