Un ataque de abejas ocurrido el sábado por la mañana en la calle Sexta de Belize City dejó a una familia traumatizada y provocó la muerte de seis perros. El incidente fue provocado por un enjambre proveniente de una colmena escondida dentro de una casa abandonada. A pesar de múltiples llamadas de emergencia, ninguna agencia estatal acudió a prestar auxilio, dejando a los residentes a su suerte.
Steve Mahler, residente afectado, relató el momento de pánico en el que descubrió que sus mascotas habían sido atacadas mortalmente. “Estaba durmiendo cuando el joven que trabaja conmigo vino y me llamó en pánico. Me dijo que había abejas asesinas por todas partes y que los perros estaban muertos. No lo podía creer. Revisó al gran pastor alemán—ya había muerto. Luego no escuchó a los demás. Las abejas también lo atacaron”, contó.
La familia intentó buscar ayuda oficial, pero fue referida de una institución a otra. La Autoridad de Sanidad Agropecuaria de Belize (BAHA) los remitió al Ministerio de Agricultura, el cual tampoco respondió, ya que la mayoría de su personal se encontraba en la Feria Nacional de Agricultura y Comercio. “Todos los perros estaban muertos. Un vecino tenía dos caballos, uno resultó malherido, no sé si sobrevivió. Otras personas cercanas también perdieron animales. Pero todos nos dijeron que no podían ayudar, BAHA no podía ayudar, el departamento de Agricultura no podía ayudar, porque todos estaban en la feria. Les dije que eso no estaba bien. ¿Y si fueran niños los que estuvieran siendo atacados aquí? No había nadie que pudiera hacer algo”, expresó Mahler con frustración.
Ante la falta de asistencia gubernamental, Mahler contactó a Orellana Bee Rescuing Service, una empresa privada especializada en el manejo de abejas. Aunque también estaban operando con personal reducido debido a la feria en Belmopán, lograron enviar un equipo de respaldo que acudió de inmediato. “Con el caso del Sr. Mahler, lo tratamos como urgente y actuamos rápido. Una vez allí, aseguramos la zona y derribamos partes de la pared. Era una colmena enorme, y trabajamos rápidamente para eliminarla de manera segura y limitar cualquier peligro mayor”, explicó Fernando Orellana, propietario de la empresa.
Orellana advirtió que este tipo de emergencias son cada vez más frecuentes. “Alrededor de este tiempo, las abejas comienzan a traer más polen y néctar, lo que hace que la reina aumente la población de la colmena. Las colmenas pueden crecer hasta 80,000 abejas. Con números más grandes, se sienten fácilmente amenazadas por sonidos como los de spray para el cabello o repelentes—y reaccionan agresivamente”, detalló.
Por su parte, la directora general de BAHA, Zoe Robinson-Zetina, explicó que su institución no está equipada para responder a emergencias con abejas. Según indicó, cuando recibió la llamada de Mahler, trasladó la información al Ministerio de Agricultura.
